Fui con mi novia a una sesión de collage el miércoles en la noche.
Nos enganchamos al plan después de ir al Bazar de Chapi, organizado por Distrito CH. El monólogo de Santiago Rivas nos animó a explorar ese lenguaje artístico. El domingo pasado, él usando su destreza con la palabra, buen humor y excelente onda; nos compartía qué era Urraca. De paso nos convenció a asistir a la sesión colectiva de collage.
Tal como bromeamos ese día, quisimos unirnos al clan de Los Urraqueños —apropiado nombre para una bacrim digna para unirse a la Paz Total— frente que se reúne en inmediaciones del barrio Teusaquillo. Lugar propicio para perpetuar actos de vandalismo intelectual durante 3 horas. Al son de una playlist en Spotify y ricos sándwiches que sirven de gasolina para los asistentes.
La sesión se abrió pasadas las 6pm con unas palabras de Santiago, sobre qué podríamos crear en una sesión de Historia Universal. Manos a las revistas, los materiales de corte y pegue. ¡Y colachos, colachas y colaches (dícese de la persona que hace collage) a la obra!
Mi ejercicio empezó alternando entre enciclopedias de Historia Universal y revistas de actualidad. Quería ver los contrastes que me podían ir lanzando esos dos insumos. Me gustó el caracter aleatorio del collage. Cuando me acercaba a la mesa donde estaban los libros y revistas pensaba: “el libro que no tomé, me da la posibilidad de encontrar un recorte en éste que sí alcancé a agarrar.”
Una vez con mis recursos sobre la mesa. Iniciaba el paso 0, ver. Ojear y hojear. Dejarme permear con lo que ofrecía cada libro, cada revista y hasta cada recorte hecho previamente. Soy una persona metódica, así que agrupé cosas que llamaban mi atención.
Las primeras elecciones fueron sobre mapas. En los libros de historia, se echa el cuento alrededor de un mapa. Por ejemplo “el Imperio Otomano llegó a expandirse a lo largo de tres continentes, reinando en lo que ahora es Bulgaria, Egipto, Grecia, Hungría, Jordania, Líbano, Israel, los territorios palestinos, Macedonia, Rumania, Siria, partes de Arabia Saudita y la costa norte de África.”
El que dominaba una época marcaba la cancha de juego que después se pinta e imprime en una enciclopedia.
Había un montón de mapas con flechas de todos esos movimientos. Por ahí había algo que me servía para cortar, a los historiadores les sirven los mapas para simplificar la cartografía del poder. Para mí fue útil reflexionar sobre el poder en los mapas. La historia universal se puede contar a través de los mapas y cómo estos cambian de color según el imperio de turno.
¿Qué me ofrecían las revistas de hoy? Encontré una bellísima que no conocía MONOCLE, donde los mapas se muestran como fondos de infografías.
No todo eran descubrimientos para el collage, sino también aparecían curiosidades como la emisora culta de Bogotá: MUSICAR F.M. Stereo - 97.9 (el dial actual en Bogotá para Radioacktiva 🤯, emisora de “los cultos” de los noventa).
MONOCLE, esa revista de global affairs mostraba fotos de los nuevos líderes. No eran adustos hombres posando para el retrato de enciclopedia, sino dinámicos líderes usando computadores. En todo caso, la mayoría eran hombres sentados mirando un mapa para analizar a dónde ir por más.
Con un bosquejo sobre la mesa, mi compañera urraqueña, María José me compartió una foto de Hitler con otros generales viendo un mapa. Fue una apreciada serendipia, pues me ayudó a cerrar lo que quería transmitir. Tenía recortes de poderosos antiguos y actuales, ahora hacía sentido pegar la otra mitad de la historia. Los de abajo, abajo.
Fue así como emergió el otro 50% de mi collage con escenas de esclavitud. Hombres y mujeres trabajando la tierra. Esos que históricamente han sido dominados por los de arriba, siempre dispuestos a ampliar la margen de sus mapas.
No sé si fue la tanda de canciones de Residente Calle 13 o la mención que hizo Santiago sobre *el Sur Global*. Pero toda la experiencia en el nido de Urraca me ayudó a encontrar esos objetos políticos para ponerlos en mi primer collage. El poder de los arriba sobre los de abajo está presente en la historia, ya sea en versión enciclopedia o en formato revista de actualidad.
Todavía tengo mucho que aprender sobre el proceso de ver, cortar, pegar. Espero volver para afinar mi forma de hablar como colacho del collage.
✂️