Me he preguntado recientemente por la cuestión del máximo rendimiento. Me fascina la idea de poder aprovechar de la mejor manera los dones y talentos que recibí. Vivir la vida agradeciendo mi fortuna buscando la excelencia.
He entrenado mi cuerpo para competencias deportivas, donde hay una métrica: el tiempo. Nunca ha sido un objetivo romper un récord, lo importante es superar mi anterior registro personal. Por lo general me he cumplido y me acerco un poco más a mi mejor versión deportiva.
Desde hace muchos años tengo una deuda. Siento que no he utilizado mis capacidades cognitivas. He querido aprender a programar, pero no lo he hecho. Ha faltado motivación para avanzar a ese nivel de rendimiento potencial máximo.
Un gran amigo, me compartió una reflexión. Me dijo que hay un indicador importante al desarrollar una habilidad. Estar en estado de flow. Él ha sido un destacado programador. Ha tenido trabajos donde relativo a otros miembros de su equipo ha sido excelente, pero no experimentó muchas experiencias de flow, y viceversa.
Esto nos da dos parámetros para analizar la cuestión del rendimiento:
¿Estoy mejorando respecto a mi versión de ayer?
¿Cuando ejercito esa habilidad llego a momentos de flow?
Espero tomar la ola de motivación con la que llega enero. Poder revisar el 29 de diciembre de 2025 y ser un programador hábil para surfear ese nuevo conocimiento. Mejorar día tras día mientras disfruto el proceso de aprendizaje de programación.